viernes, 17 de febrero de 2012

Muerte antilopada

Veo el mar oxidado de siempre. Y esa playa irreverente que lo contiene, que lo pelea, que escucha sus susurros estridentes.

Voy a morir en el mar. Con una muerte analgésica y galáctica. En el instante del crepúsculo áspero.

¿Qué me espera en las profundidades acrobáticas? ¿La luz oscura de lo desconocido anidado o el desesperado resplandor del túnel platónico?

La vida encapsulada y adormecida no me seduce. Y tengo cansadas las esperanzas de nuevos intentos desconsolados.

Me falta la desaterrada fuerza de comenzar otra poesía.

Tal vez mi flácido pensamiento quede para siempre en la estación terminal y mi alma empapada ascienda un peldaño más en el mármol eterno.

.