martes, 21 de junio de 2011

Nanorrelatos* I

.

Había nacido de un armisticio en el divorcio de sus padres.


Él le habló del rojo, ella del violeta y, por supuesto, no combinaron.


Atrajo noches interminables con su insomnio tenáz.


La cometa de caña y papel tironeó del hilo, codiciando el infinito.


Sus celos resultaron más interesantes que su amor.


Estalló el verano y el sol asalta los balcones desarmados.


Comencé a hacerte el amor desde la comisura de tu sensualidad.


Su alma gregaria no soportó la soledad de la muerte.


Abrió la cama para acostarse, entre sábanas de verde soledad.


Encontró al paso de su mano, ojales sabios de seducción.


(*) relatos por diez a la menos 9