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Adoro los labios pequeños. Esos que apenas enmarcan. Están, pero no eligen ser protagonistas, prefieren la simpleza del actor de reparto. Los disfruto cuando el dorso de mi mano pasa sobre ellos, cuando los beso o cuando sólo los intuyo.
¿Puedo pedir más? Sí, tal vez un clítoris que no se me esconda y una mujer apasionada.
5 comentarios:
Sebastian "Zaiper" Barrasa dijo...
oooohhh
degenerado!!!!
(ge ge ge ge)
eriza leer el detalle de lo que uno considera el camino que recorrerá el relato, y cómo, con sensualidad,vira hacia lo que el actor estaba describiendo...con una érótica demostración de que se pueden dar a conocer con simpleza sus deseos.
literalmente fantástico!!!
Adriana
Luis, te visito por primera vez. Breve, bella descripción inicial, contundente final. Q más? Excelente.
Bravo. Te sigo leyendo, placer haber entrado en el blog. Dáte una vuelta por mis "gitanosenlaalmohada" cuando andes con ganas de subirte al tablao!
es todo que quieres te saludo.gracias
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