miércoles, 12 de octubre de 2011

Reflexiones

A veces viajo

a estaciones de tren

de mi pasado.

Me introduzco furtivo

en aulas frías

buscando rostros que se desvanecen

cuando intuyen mi mirada.

Y me desconsuelan

los amigos que quise y perdí

pero aún más aquellos

que mi memoria se niega a traer.

Veo entonces

un mundo que se podía cambiar

una juventud infinita

un amor para toda la vida.

Y me pregunto

qué cambió en mí

que siendo yo mismo

como lo atestigua mi documento

vea la vida tan diferente

más frágil, más efímera

y busque los caminos de regreso

mirando mi reloj a cada rato.

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