viernes, 22 de junio de 2007

Gramática al día: Etimologías

Saber de donde proviene un vocablo en uso, es una herramienta de incalculable valor a la hora de utilizar con corrección una palabra.
La modernidad de nuestra cultura, que se asienta sobre otras de origen milenario, hace que sus voces conserven la impronta de aquellas, dándoles profundidad a su significado.
El idioma castellano está compuesto en un alto porcentaje por palabras de origen latino y griego, aunque también muchas derivan de otros idiomas latinos, como el italiano o el francés, de los idiomas sajones, como el alemán y el inglés, y de las lenguas aborígenes de América.
Veremos hoy algunos vocablos de uso cotidiano, su etimología y un ejemplo de su uso en frases populares.

Lamber. Del inglés “lamb”, oveja. Evoca la costumbre de ese animal de pasar la lengua por el pasto antes de comerlo.
Ejemplo: “La cosa es como es, o me la chupás o me la lambés”.

Lumbríz. Del latín “lumus”, lomo. En tiempos antiguos cuando el medio de transporte era el caballo, los que iban a pescar llevaban las lumbrices estiraditas una al lado de la otra en el lomo del equino.
Ejemplo: “No te invito más a morfar infelíz, mientras tengas la lumbríz”

Mondiola. Del francés ”mondiaux”, mundiales. En todos lo mundiales y torneos de cualquier deporte, los aficionados siempre prefirieron llevar sánguches de este fiambre, que por extensión se lo llamó así.
Ejemplo: “Del petiso se ríen todas, hasta que saca la mondiola”

Minguitorio: Del quechua “minga”, tarea comunitaria sin paga. Es obvio este significado ya que estas instalaciones convierten en comunitario a uno de los actos más privados del hombre (varón).
Ejemplo: “Mientras lees esto, te estás meando los zapatos”

Mi consejo: no lean más nada hoy, ya tienen su cuota de cultura cubierta. Espero que a partir de mañana la apliquen a su vida cotidiana y sean seres humanos mejores.
No me lo agradezcan, homines dum docet discunt*.


* Los hombres, mientras enseñan, aprenden.

jueves, 14 de junio de 2007

Padres

Mercedes sintió el aliento de Federico detrás de sí, y no sólo el aliento. Él había pasado rozándola intencionalmente al encontrarla sola frente a la fotocopiadora, cuando llevaba unos papeles a la oficina.
-Nos llega a ver el jefe y nos echan a los dos -le dijo ella suave, pero firmemente, para agregar: -necesito que nos encontremos para hablar.
-¿Encontrarnos para hablar?¡hasta ahora en nuestros encuentros lo menos que hacemos es hablar! - respondió Federico, guiñándole un ojo.

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Esa tarde llegó a casa temprano, televisaban el partido y no pensaba perdérselo. Besó a sus hijos que corrieron a saludar y a su esposa, que quitándose el delantal, también lo recibía.
-Te llegó un telegrama, Federico, no deben ser buenas noticias -le adelantó ella.
Él desplegó con curiosidad el texto que provenía de su ciudad natal.
En el sillón, frente al televisor, lo leyó con detenimiento. ¿Qué sintió con la noticia de la muerte de su padre? Bronca. Odio reavivado. Un sentimiento de desagrado por tener que recordar lo que deseaba borrar de su mente. No le importaba su muerte, le molestaba acordarse de él. Consideraba injusto que la vida no le hubiera deparado un padre como a cualquiera. Bueno, malo, pobre, borracho, como fuera, pero que lo quisiese.
Federico había sentido siempre que no era un hijo, era un accidente del destino. Los únicos que contaban para ese padre eran los otros, los de la esposa legal.
Pero había logrado superarlo mudándose, dejando familiares y conocidos atrás. Ahora su familia era ésta, tenía esposa, hijos, un trabajo decente y amigos con quienes se relacionaba. Todo iba bien.
No iría al entierro. Pondría un abogado para ver si conseguía algo de herencia, su padre pagaría después de muerto algo de su deuda con él.
Ni siquiera le dedicó una lágrima, ni les anunció a sus hijos la muerte del abuelo, al que tampoco conocían. Le pareció inmerecido.
Lo que no pudo evitar fue ver, superpuesta a la indiferente pantalla del televisor, la película de su vida. Recordó a su madre, esforzada, tratando de llevar adelante la vida de mujer sola con un hijo. La recordó de buen ánimo, nunca hablándole mal del hombre con el que se había embarazado. Ella lo había querido sinceramente y él a cambio había rechazado lo que ella llevaba en su vientre. Había en su madre mucho de resignación. Él tenía su familia formal y no podía permitirse que un error de cálculo con su amante le arruinara la vida.
Pero más allá de la lógica de los grandes estaba Federico, un ser humano que deseaba tener lo que los demás: una familia.
Recordó preguntas y bromas que lo incomodaban en la escuela, porque la ciudad, tan grande que parecía, era sólo un pueblo donde se conocían todos. Para protegerse quiso demostrar que no le importaba, tanto que llegó a convencerse. Cuando ya de grande, su padre quiso intentar un diálogo, lo rechazó de plano.
Ahora se cerraba un capítulo de su vida, ese había sido su pasado y Federico comenzaría a vivir su presente y su futuro.
¡Que bueno que San Lorenzo había ganado ampliamente!. Pensaría sólo en eso.

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Al día siguiente se levantó con ganas, algo menos le pesaba. En la oficina el tema del día fue el futbol, y él estuvo muy locuaz.
Con Mercedes no tuvo oportunidad de conversar, pero no se preocupó, tenían cita a la salida del trabajo. Las reuniones de personal que ocupaban los jueves hasta tarde, tenían sus recesos, como el de hoy. Y Federico sabía cómo aprovecharlos.
Fueron a tomar algo, él hubiera preferido el hotel directamente, pero bueno, las mujeres son así.
- Estoy embarazada- le disparó ella, después de escuchar sin escuchar quince minutos de su charla.
- No es posible- respondió él cuando pudo reaccionar- si nos cuidamos.
- Parece que sí es posible, porque me dio positivo.
- ¡No se te ocurrirá continuarlo!- afirmó Federico con idea de terminar la discusión, el encuentro y la relación, que de un juego de complicidad entre compañeros de trabajo, pasaba a algo absolutamente desagradable.
- Podés hacerte cargo o no, yo no pienso abortar- respondió ella, sabiendo lo duro de sus palabras.
“Estas loca”, “te vas a arruinar la vida”, “las mujeres quieren engancharnos como sea”, “ya te vas a arrepentir”, “a mi no me ves más la cara” y otras obviedades por el estilo salieron de la boca de Federico. Justo el día que estrenaba su nueva vida.

jueves, 7 de junio de 2007

Hijas


Les presento a mis dos niñas, Iris y Mailén, tanbién es creativo ser padre.

martes, 5 de junio de 2007

Extrañando

dedicado a Zaiper

Cuando a veces me levanto
solo en mi cama vacía
extraño la cercanía
de aquella que quise tanto,
y si no me rumbla el llanto
por mis quiñotas rosadas
es porque en suchas pasadas
camfas lipas he sufrido.
¡qué puba trimba el olvido
du nisa u camir lasadas!

domingo, 3 de junio de 2007

Inusitada invasión de roedores

Los cambios que se están dando en el mundo llevan a los hombres de ciencia a enfrentarse a problemas antes insospechados.
En la ciudad de Chicago está sufriendo una tremenda plaga de roedores que invaden las casas en busca de queso Chedar, pororó, huevo duro y alimento balanceado.
En algunos barrios donde esta invasión se hizo sentir con fuerza se dieron casos de garages, casas y hasta almacenes abandonados a merced de estos animalejos, que hasta hoy parecería que van ganando la partida.
Aparentemente las nuevas modas en cuanto animales domésticos serían el origen de esta plaga.
Durante los últimos diez años en las veterinarias de la ciudad de Chicago se vendieron un promedio anual de 15.721 mascotas, entre hamsters, conejitos de la india, ratones de laboratorio y cobayos.
El destino de estas mascotas es conocido por todos: en algún momento se escapan de la jaula y huyen hacia algún sótano o alcantarilla. Teniendo en cuenta que cada hembra da a luz de 6 a 9 crías cada dos meses, podríamos asegurar que actualmente en esa ciudad la descendencia de esos animales perdidos es de 18.171.426, restando los mueren todos los días bajo las ruedas de los automovilistas.
De no tomarse medidas se calcula que en tres años Chicago podría perder cuatro de sus barrios en manos (¿?) de los roedores.
No obstante, dos acciones están siendo dadas por las autoridades para intentar revertir la situación.
La primera es una campaña de concientización para que las familias no adquieran más esas peligrosas mascotas, reeplazándolas por iguanas, lagartos, vívoras y otros animales inofensivos.
La segunda es la circulación en forma experimental de camiones playos en los que se han distribuido cientos de carretes giratorios de alambre. A su paso por las cercanías de las alcantarillas, los roedores no pueden resistir la tentación y se suben a hacerlos dar vueltas corriendo dentro de ellos.

viernes, 1 de junio de 2007

Autoayuda literaria. Cómo hacer poesía

Dedicado a Alicia Carriquiri

Como todo el mundo sabe, la literatura se divide en dos grandes campos. Los que escribimos de corrido (prosa) y los que desperdician la mitad del renglón (poesía).
La prosa tiene una utilidad general. En cambio la poesía tiene dos utilidades específicas: sobresalir en una reunión y obtener los favores de una dama (levante).
Esto lo logra con dos características salientes:
1) El tema es casi siempre el amor.
2) Tiene versos que terminan con palabras parecidas, que provocan la rima.
Esto es particularmente útil para que se puedan recordar. Todos tenemos en la memoria algún verso, aunque sea de la primaria, pero ¿alguien se acuerda de un cuento textual?*
Cualquiera que en el momento más íntimo de una reunión saque a relucir una poesía, mucho más si es propia, será el protagonista admirado de la noche. Y puede estar seguro que lo invitarán a la próxima, porque eleva el nivel cultural de la concurrencia.
Y ni qué hablar del que conoce a una mujer y le recita:

“Mujer, yo nunca pido nada
que no sea fugacidad.
Yo pido un beso, una mirada:
nunca un amor de eternidad.”**

Ése ya tiene la mitad del camino recorrido hacia el catre. En todas las épocas un hombre que sabía recitar poesías era un ganador.
La pregunta del millón es: ¿puede un narrador escribir poesía? La respuesta es: ¡sí!, y hasta le van a sobrar palabras, porque la poesía usa menos.
Como con todo, hay que aprender la técnica y en esta sección les voy a dar una lección práctica de cómo construírla.

Primero vamos a introducir 4 grupos de palabras:

1) Amor, pudor, rencor, temor, vibrador, trovador, dulzor, fervor, olor, mejor, pecador, ardor, flor, alfajor.
2) Felicidad, bondad, amistad, asquerosidad, piedad, falsedad, infidelidad, novedad, mitad, verdad, cavidad, intimidad, edad, afinidad, enfermedad.
3) Corazón, adicción, desazón, aflicción, balcón, condón, aguijón, visión, razón, prisión, ocasión, ilusión, canción, calzón, agitación.
4) Fantasía, picardía, alegría, falsía, pizzería, fría, lejanía, melodía, guía, utopía, miopía, manía, poesía, grosería.

Ahora hacemos un verso que termine con una palabra de uno de los grupos:

Tal vez si llegara el amor

Y el segundo de otro grupo:

Tal vez si llegara el amor
a la quietud de mi edad


El tercero y cuarto de la misma forma, pero ¡ojo! pensando un poquito (mal no les va a hacer) para que la cosa tenga algo de sentido.

Tal vez si llegara el amor
a la quietud de mi edad
volvería el ácido dulzor
y aquella antigua novedad.

¿Qué tal? ¿Fácil, no? Para que les quede completo junten en la poesía varias de estas estrofas y búsquenle un título cortito pero sugerente, puede ser repitiendo alguna de las palabras que se usaron y también puede terminar con puntos suspensivos...
Bueno, como cada uno tiene cosas diferentes en la cabeza los resultados de todos no van a ser los mismos, a lo mejor lo que les queda es más parecido a esto:

Tengo un gran corazón
y mucha fantasía
escucho una linda canción
llena de poesía. ***

Mi humilde consejo es que si es así, le pongan música, hagan el nuevo hit de la FM Latina Pop y se llenen de plata. Ya van a poder escribir buena poesía desde su chalet con vista al mar, comiendo canapés de caviar (me salió un versito).

¡Suerte y hasta la próxima! Mándenme los resultados.

* Por supuesto existen poesías sin rima, ¡pero nadie se las acuerda!
** Sabiduría. Carlos Grumberg
*** Iris Gazzola